"La misión se ha cumplido"

POSPARTIDO

José Mourinho mira al Benfica-Tondela (3-0), de cuartos de final de la Copa de la Liga, disputado este miércoles, 29 de octubre, en el Estádio da Luz, como "una misión cumplida", sin embargo, subrayó, esperaba que el equipo hubiera "jugado más" y conseguido "un resultado más largo".

Antes de analizar el encuentro en rueda de prensa, José Mourinho lo hizo en la zona de entrevistas rápidas, en Sport TV, donde comenzó hablando de una "misión cumplida con demasiada tranquilidad".

"Durante mucho tiempo se jugó con poca ambición, con poco ritmo. Yo estaba allí en la primera parte y sentía que había fallado en mi intento de presionarles [a los jugadores] para que jugaran igual que en el último partido [contra el Arouca], tal y como yo quiero y me gusta jugar siempre. Fallé, el equipo sintió que, tal vez, 'el partido era fácil o siempre acabábamos ganando', y en la primera parte no me gustó. Luego, en la segunda parte, empezamos bien. Hubiera sido un gol precioso, anulado por fuera de juego, pero habría sido un gol muy bonito en su construcción, en su finalización. Y luego, quizá, esos 5 minutos en los que estuvimos esperando también contribuyeron a que el partido se enfriara demasiado. Cuando sentí que el partido podía entrar en una zona de peligro, lo que hasta entonces no había ocurrido, metí pesos pesados, y la sensación que me quedó fue que, si hubiera empezado el partido con ese equipo, con esos jugadores que son mi primera opción, el resultado podría haber sido completamente diferente. El objetivo se cumplió, sí, pero en una noche como esta, en un partido entre semana, en los cuartos de final de una Copa de la Liga, tener aquí a más de 50 000 personas es casi tan fantástico como tener 85 000 en las elecciones. Y las personas que vinieron aquí, principalmente estas, pero también las demás que estaban en casa, merecían que hubiéramos jugado mejor y que hubiéramos conseguido un resultado mejor", afirmó.  

VICTORIA JUSTA E INCONTESTABLE, PERO...

"Análisis del partido... No me gustó la primera parte. Me sentí culpable, allí en el banquillo tuve cierta sensación de culpa por no haber conseguido transmitir el mensaje que quería transmitir, por no haber conseguido transmitir el mensaje de resolver esto rápidamente. Y más de 50 000 personas en un partido de cuartos de final de la Copa de la Liga, a mitad de semana, por la noche, creo que es algo fantástico y que merece más de nuestra parte. No quiero decir que la actitud fuera mala, porque no lo fue, pero fue una actitud... de 'lo justo', lo suficiente. 'Este partido lo vamos a ganar, más ritmo, menos ritmo, más calidad, menos calidad, más pronto, más tarde, este partido lo vamos a ganar', y dejamos que el partido siguiera su curso. En la segunda parte, creo que entramos muy bien, creo que el gol que marcamos, que fue anulado por, creo, 1 centímetro, ¿verdad? Fue anulado por 1 centímetro — es un gol bonito en su concepción, y luego, en la finalización, creo que es un gol muy bonito y que, bueno, en el fondo era la prueba de que entramos mejor en la segunda parte. Esa espera interminable para saber si era 1 centímetro, 1 milímetro, o si era un gol válido, creo que también volvió a enfriar las cosas. Y luego me vi obligado a cambiar de la forma que no quería cambiar, que quería cambiar por jugadores que merecen jugar algún tiempo, pero luego tuve que cambiar en la dirección que no quería y que no esperaba, pero ellos estaban allí en el banquillo precisamente para eso. El partido estaba entrando en esa última media hora, en la que siempre existe el riesgo de que un equipo que no ha hecho ni un solo tiro a puerta, haga uno y marque un gol, no quería arriesgar. Y luego, cuando metí principalmente a Pavlidis, el carácter del partido cambió. El equipo empezó a conectar más, empezamos a ser mucho más fluidos, con mucha más calidad en el juego ofensivo. Luego entró Richard [Ríos] y, con su físico, se encontró con un equipo ya desmoronado, y lo destrozó, por lo que la victoria es normal, es más que justa, es indiscutible, pero esperaba más, sobre todo en la primera parte." 

IR A GUIMARÃES Y CONSEGUIR LOS 3 PUNTOS

"[Hoy consigue su segunda victoria consecutiva en el Benfica, algo que aún no había ocurrido]. Si usted [periodista] quisiera ser amable conmigo, en lugar de decir que es la primera vez que hacemos dos partidos/dos victorias, podría haber dicho siete partidos en Portugal y aún no han perdido ninguno. Pero bueno. Son los dos hechos, usted se ha ido por el otro [risas]. Prefiero 2 partidos/2 victorias en la Liga. Ahora que ha terminado, entre comillas, durante algún tiempo la Copa de la Liga y también ha terminado la Copa de Portugal hasta finales de noviembre, ¿no? Después de las selecciones, olvidémonos de la Champions, necesitamos ganar 2 partidos seguidos en la Liga. Todavía no hemos perdido desde que llegué aquí, pero tenemos dos empates y... cuatro victorias, creo, o tres victorias y dos empates, algo así. Tenemos que ganar más partidos en la Liga. Y el sábado es un partido difícil. Es un partido difícil. Guimarães es Guimarães. Jugar contra el Vitória en Guimarães siempre es difícil y complicado. El partido de hoy no salió exactamente como esperaba, porque quería sacar a gente antes y no quería meter ni a Pavlidis, ni a [Richard] Ríos, y tuve que hacerlo. Quería haber sacado a jugar más a los jóvenes que estaban en el banquillo. Pero el objetivo es ese, ir a Guimarães y sacar los puntos." 

TEMPERATURA EN EL CUERPO

"[¿Todos estos jugadores tienen la actitud necesaria para formar parte de la plantilla del Benfica?] Sí, la tienen, pero tienen que crecer conmigo. Desde hace muchos años, prácticamente desde el comienzo de mi carrera, tengo la sensación de que los jugadores que creen en mi filosofía de vida, que creen en mi filosofía de liderazgo, que creen en mi forma de trabajar, mejoran, mejoran y mejoran, y a menudo mejoran hasta límites que ellos mismos consideran imposibles. Los que no están muy de acuerdo con mi forma de pensar, normalmente empeoran. Por lo tanto, creo que son la creencia y la empatía las que los harán mejores o peores. Es pronto, llevamos aquí poco tiempo, es pronto. Pero me gusta la gente con temperatura corporal. El fútbol se juega con temperatura corporal, no con frialdad. Frialdad aquí [en la cabeza], pero con temperatura corporal."

LA AUSENCIA DE OBRADOR

"No le di minutos a Obrador porque no quería facilitar demasiado las cosas. Y, al cambiar algunas piezas que sabía que podían quitarme calidad en el centro del campo, quería tener estabilidad atrás. Y tener estabilidad atrás es jugar con dos de los tres fantásticos centrales que tengo, es decir, no jugó Tomás, jugó António, pero manteniendo lo que en este momento, sin Dedic, es nuestra línea de cuatro. Tampoco quería cambiar, quería tener la garantía de que, aunque las cosas no salieran bien en el centro del campo, atrás iba a tener ese tipo de estabilidad que estos me dieron al final, porque el partido estuvo completamente dominado, ya fuera en el primer balón o en profundidad, estuvo completamente dominado por mi línea defensiva. Quería meter a Obrador, quería meterlo en el descanso, quería darle 30 minutos, pero el partido no se desarrolló de esa manera."

LA INESTABILIDAD DE LOS CLUBES GIGANTES

"[¿Este triunfo puede ser la clave para que el Benfica entre en una fase más estable en cuanto a resultados, dando más confianza a los jugadores, sobre todo en este ambiente inestable que vive el club?] Creo que en los grandes clubes — me gusta llamar al Benfica un club gigante, porque también he estado en grandes clubes y en clubes gigantes, y sé cuál es la diferencia entre un gran club y un club gigante. El Benfica es un club gigante, nunca hay estabilidad. Basta un resultado negativo para que haya inestabilidad. Es la inestabilidad de los clubes gigantes, es la inestabilidad de las personas, entre comillas, mal acostumbradas. Es la inestabilidad de las personas que quieren la perfección, que no existe, pero que quieren ganar siempre, y siempre, y siempre, y siempre. Y yo comparto esa mentalidad. No siempre es posible jugar bien, no siempre es posible ganar todos los partidos, pero siempre es posible tener un enfoque determinado del juego, eso siempre es posible. Por lo tanto, no creo que sean dos victorias, una para el Campeonato, con el Arouca, y otra con el Tondela, las que nos den algún tipo de estabilidad. Sinceramente, no lo creo. Tenemos que seguir nuestro camino, nuestro camino se construye partido a partido, uno tras otro. Ahora tenemos Guimarães. Ganar en Guimarães siempre es muy difícil. Pero tampoco quiero que el equipo se sienta nunca estable, ya sea con 2, 3, 4 o 10 victorias. No lo quiero, no lo quiero. Quiero que el equipo sienta inestabilidad en el sentido de que el próximo partido es para ganar, y tenemos que ganar el próximo. No siempre vamos a ganar, pero la mentalidad que quiero es esa mentalidad exigente, y tal vez por eso a veces pueda dar algún toque, como ya habéis notado que a veces doy algún toque en sentido crítico. Pero bueno, sigamos adelante, ¡el sábado hay más!"